(Estas cosas solo suceden cuando se está en el lugar y en el
momento inadecuados… Mira que desechar un día gris, por muy gris que sea….Una loca desecha un día gris, y escribe boberías, mientras se mira en una foto como una loca sola, bajo un arbolito en una colina.....-si Paul me viera diría: the full on the hill-....na, que de incoherentes está lleno el espacio.)
La lluvia insiste…pero el gris también tiene sus encantos
que a veces sobrepasan la luz cuando ella solo enceguece… A veces es preciso lo
medio del gris, su melancolía para poder comprender ciertas cosas del alma. Pero
soy cabezona y extraño la luz…desdeño este día……lo desdeño porque extraño la
luz en muchos de mis rincones, de mis enrevesados ángulos; extraño su polvo que
da colores a través de los cristales y extraño su alegría; como si solo con
ella fuera suficiente para armar un verano, una
primavera…La lluvia llega fuerte por estos días de aguaceros que burlan
cualquier llovizna templada. Se imponen torrenciales y continuos, y convencen,
obligan a llenar el papel para ayudar la
descongestión del alma.
Así estamos, y pensando y sintiendo en medio de un gris necesario
que también es disfrutable por cuanto lo sé finito y conservo la tozuda certeza
de que mañana nuevamente me llenaré de luz.
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