domingo, 12 de abril de 2020

El día de Gagarin (o retos de la Humanidad)


Tenía el tamaño ideal para tripular la pequeña nave, la destreza y preparación física, era querido por su humildad y tenía una sonrisa, a decir de Koroliev, luminosa.
La sonrisa de Gagarin inundó el mundo al convertirse en el primer hombre que viajaba al espacio... el primero en ver lo gigante, en admirar la belleza del globo azul y regresar para contarlo. El 12 de abril es su día...
De pequeña me bebí - y repetí- varios libros de los que publicaban sobre el cosmos y sus hazañas desde la entonces Unión Soviética. Eran como de mi familia el brillante Koroliev entrenando y seleccionando cosmonautas, el cosmódromo de Baikonur, Alexei Leonov y su paseo en el cosmos - el primero de un ser humano-, los estudios sobre la posibilidad de vida en Marte... Y así hasta Gagarin y Girón, unidos en el recuerdo.
En ese tiempo, -yo lo disfruté- el reto más popular de los más avanzados de la Humanidad era alcanzar primero lo enorme, lo mega...y 59 años después, desde los más hasta los menos, estamos ante lo diminuto, lo microscópico, capaz de diezmar hasta a quien ya conquistó las estrellas.
No estamos en días felices de sonrisas luminosas, sino ante la fuerza de lo que no se ve, lo desconocido, que sin duda alguna es muestra de la vulnerabilidad de nuestra  especie, creída por racional y perdedora si no asume el reto que hoy es sobrevivir en el globo azul hermoso que un 12 de abril uno de nuestros hermanos pudo ver mejor y enamorarse más:
"Veo la Tierra...Es tan hermosa..."
 Yuri Gagarin, 12 de abril de 1961


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