domingo, 18 de abril de 2021

Girón: una vacuna, un campeonato y la luz del saber


Se combatía en Playa Girón pero nada detuvo los planes y sueños de la joven  Revolución. Junto a la victoria frente a los mercenarios, otras tres victorias lograba el aguerrido pueblo de Fidel en tres sectores vitales: salud, deporte y educación.

En abril de 1961 el país comenzaba a vivir  una campaña de vacunación para inmunizar a la población infantil contra varias enfermedades que cobraban vidas de muchos pequeños, como la tuberculosis infantil, el tétanos, la difteria y luego  la temible poliomielitis. La campaña marcó el camino del desarrollo de la salud para todos en Cuba que a partir del año siguiente recibía alentadores resultados como el de ser el primer país en América libre de la polio. 


La segunda victoria fue la de nuestro equipo de béisbol en el Mundial que se celebraba en Costa Rica. Los peloteros, al conocer del bombardeo a la capital, el día 15,  comunicaron  su disposición de regresar a Cuba y cambiar bates y pelotas por fusiles. Sin embargo, se les dijo que aquella era su trinchera y que allí debían vencer. A pesar de aquella situación compleja, los peloteros cubanos se crecieron y mientras los medios de difusión daban falsas noticias sobre lo que acontecía en Cuba, siguieron jugando. Fue así que el 19 de abril, cuando Fidel da a conocer que las fuerzas revolucionarias habían tomado las últimas posiciones de las fuerzas mercenarias, el equipo Cuba vencía a México 13-1 y casi aseguraba el título en esa lid. La grandeza de nuestros peloteros se recuerda todavía como un heroísmo que nos dio otra victoria queridísima. 

Y como si no fuera suficiente, en ese abril de 1961 ya Cuba vivía el inicio de la Campaña de Alfabetización. En febrero se había creado el plan piloto con 200 alfabetizadores que se iniciaría en la Ciénega de Zapata y continuaría hacia otros sitios del país. Es así que la campaña no se detuvo y se coronó el 22 de diciembre con la declaración de Cuba Territorio Libre de Analfabetismo. 

La épica de la Revolución enamora.  Un pueblo completo defendiendo a su país, cada quien desde su puesto, ya fuese con traje de miliciano, de pelotero, de médico o con la cartilla y el farol.  Ese fue 1961. Un año que marcó y definió el rumbo definitivo de nuestra soberanía.


Sesenta años después, Cuba sigue combatiendo contra quienes la agreden en escenarios nuevos y celebra su Congreso partidista, nuestros tenistas nos dan alegrías deportivas de clasificación olímpica, nuestro personal de la salud y la ciencia viven junto al pueblo una etapa de vacunación decisiva, y nuestros hijos siguen recibiendo clases de aguerridos profesores y padres que han convertido sus casas en escuelas. Este es el 2021. Otro año que marca el rumbo de nuestro país, en el que se recibe la bandera de la continuidad  de manos de Raúl, y nuestro Presidente asegura que se llevará altísima, luchando, soñando y amando, como hace 60 años. 

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