lunes, 30 de julio de 2012

Cierres???????


Esta Tecla Ocurrente, publicada por Guille el 6 de noviembre de 2003, viene hoy como anillo al dedo para muchos, tanto para los que ya hicieron "cierres" como para los que pueden estar por descubrir el camino.....

Hoy les regalo un pequeño texto —sintetizado—, del escritor brasileño Paulo Coelho, envío de Lázaro.
Es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría, el sentido del resto. Cierra círculos, o puertas, o capítulos. Como quieras llamarlo, lo importante es cerrarlos, dejar ir momentos que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo? ¿Con la relación? ¿No más en esa casa? ¿Debe irse? ¿La amistad se acabó? Puede pasarse el tiempo «revolcándose» en porqués, en rebobinar el casete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste será infinito porque en la vida, usted, yo, todos y todas estamos abocados a cerrar capítulos, pasar la hoja, terminar con etapas o momentos y seguir adelante. No podemos en el presente añorar el pasado, preguntándonos por qué sucedió, hay que soltar, desprenderse.
No puedes ser niño eterno, adolescente tardío, empleado de empresa inexistente, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! A veces es importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, desprenderse. En la vida nadie juega con cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, pasar la hoja, vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.
No espere que le devuelvan, que le reconozcan, que alguna vez sepan quién es usted. Suelte el resentimiento, que lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida es adelante, nunca atrás. Si usted anda por la vida dejando «puertas abiertas», por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de «regresar» (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, tres meses, un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa igual, porque en la vida nada se queda quieto, estático. Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que está en su vida. Nada ni nadie es indispensable.
Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo es vital, porque cuando vino al mundo llegó sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar. Aprenda a desprenderse, humanamente es posible. Solo es costumbre, necesidad, apego. Cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, sacuda, suelte.
Regalo de jueves Siga adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!
(Publicado originalmente el 6 de noviembre de 2003)

sábado, 28 de julio de 2012

Sitios...

Hay lugares así..........con el cielo bajito y las nubes inmóviles...como si el tiempo no pasara....América tiene sus misterios y sus bellezas....
Un día una piedrita de ese espacio también será amuleto de nuevas suertes.....

Para ti....


TESTAMENTO
Como la muerte anda en secreto
y no se sabe qué mañana,
yo voy a hacer mi testamento,
a repartir lo que me falta
pues lo que tuve ya está hecho,
ya está abrigado, ya está en casa.
Yo voy a hacer mi testamento
para cerrar cuentas soñadas.

Le debo una canción a la sonrisa,
a la sonrisa de manantial, esa que salta:
le debo una canción a toda prisa
para que quede que estuvo cerca, agazapada.

Le debo una canción a lo que supe,
a lo que supe y no pudo ser más que silencio:
le debo una canción, una que ocupe
la cantidad de mordazamor de un juramento.

Les debo una canción a los pecados,
a los pecados que no gasté, los que no pude:
les debo una canción, no como hermano,
sólo de sal que el delectador también alude.

Le debo una canción a la mentira,
a la mentira pequeña, frágil, casi salva:
le debo una canción endurecida,
una canción asesina, bruta, sanguinaria.

Le debo una canción al oportuno,
al oportuno mutilador de cuanta ala:
le debo una canción de tono oscuro
que lo encadene a vagar su eterna madrugada.

Le debo una canción a las fronteras,
a las fronteras humanas, no a las del misterio:
les debo una canción tan poco nueva
como la voz más elemental de los colegios.

Le debo una canción a una bala,
a un proyectil que debió esperarme en una selva:
le debo una canción desesperada,
desesperada por no poder llegar a verla.

Le debo una canción al compañero,
al compañero de riesgos, al de la victoria:
le debo una canción de canto nuevo,
una bandera común que vuele con la historia.

Le debo una canción, una, a la muerte,
una a la muerte voraz que se comerá tanto:
le debo una canción en que hunda el diente
y luego esparza con la explosión fuegos del canto.

Le debo una canción a lo imposible,
a la mujer, a la estrella, al sueño que nos lanza:
le debo una canción indescriptible
como una vela inflamada en vientos de esperanza

Silvio Rodríguez.

"Socios..."

Estas son las secuelas que puede dejar una tesis para toda la vida. Este padecimiento ataca y permanece en nuestras vidas para estar en el bien o en el mal, o para no estar, pero al menos para saber que si hace falta, no faltará. Este es César, mi tutor, mi "socio", mi hermano mayor, mi abuelo mi tío...qué sé yo...el amigo que me conoce bien y que siempre me impulsa, y que me inspira a mantener la linda tradición de llamarnos cada 26 de julio para felicitarnos por el día más alegre de la Historia....

Compañera(s)

Comenzamos un día
en los tiempos
de siempre y todavía;
comenzamos felices
a juntar cicatrices,
como buenas señales de los años,
y, peldaño a peldaño,
levantamos paisaje
sin excusa, sin ruego
y sin ultraje.
¿Quién se atreve a decirme
que debo arrepentirme de la esperma quemante
que me trajo?
Porque sangra de abajo
yo no vendo ni rajo mi pasión.
"Compañera" -Silvio Rodríguez
De pasiones está llena la Historia...y la pasión que llevó a Haydée al Moncada es la misma que hoy convoca... Melba cumple 91 años, Haydée pasó a otra dimensión; las dos flores del Moncada, las que tenían que vivir para contarlo, las que lloraron cuando sintieron disparos, las que se sientieron libres y felices cuando vieron que Fidel estaba vivo. Haydée; la acariciada por Cuba y por el Che que la prefería "disparada" en días de fiesta más que en la mesura; la Haydée de Casa y de la casa; la mujer que nunca vivió sin su hermano, la que además perdió a Boris Luis; la que supo encontrar en jóvenes creadores -para algunos "herejes"-los nuevos artífices de la cultura de la Revolución. Cómo no pensar a Yeyé en un día en el que quizás presuman la muerte de Abel, en un día en el que hace casi 60 años se sentían aún en el Moncada los golpes y disparos de todo el que fuera apareciendo por el camino... La que esperaba a Fidel mirando más allá de las rejas del Presidio Modelo con los ojos fijos, pensando, recordando y siendo feliz a la vez...
Melba... rodeada del cariño de miles de nosotros, aún con el espíritu de la palma real que nos recibe a la entrada de su casa. Con los recuerdos imperturbables del joven poeta alado del Moncada, de los ojos lindos de Abel, del arrojo de Montané y tantos compañeros; y del otro hombre que marcó su vida: Fidel. ¿De dónde sacar tanta fuerza para vivir sin doblegarse ante el dolor? De Abel, del hombre que supo identificar al líder de la revolución y puso sus hombres a su disposición, del humildísimo que no se perturbaba y estaba seguro de que su misión era cuidar a Fidel aunque le costase la vida. Morir es más fácil...."ustedes tienen que vivir"....De solo pensarlo no hay más opción: hay que vivir....y vivir como merece la vida... a su ritmo y con su fuego....los mismos que las hicieron compañeras a ellas, que las hermanaron luego y que siguen combinando canción y compromiso para que nada apague la voz de los nuevos cantores de la gesta, ni el valor de los que nos sumamos por la dulce memoria de Martí y de los hijos que por él hoy son parte de esos espectros queridos que más impulsan a seguir.

lunes, 16 de julio de 2012

Cimas

La Plaza tan imponente como siempre, aunque parezca a veces que la mística de Fidel, la magia que inspira, no está. Y es que hay que acostumbrarse a tenerlo de otras maneras, de las que siempre perduran, como su palabra. Me desperté sola y sola llegué hasta la Plaza pensando mil soledades ahora que se acerca el 26 de julio…
No veo un tope más alto como no sea demostrar que esta no es la obra de un solo hombre, porque sería negarnos. Hemos vivido momentos delicadísimos desde hace más de cien años, por la ruta de personas que siempre fueron lo mejor de su momento, que siempre estuvieron a favor de lo más adelantado…y gracias a ellos estamos aquí. Cuidar con celo nuestra misión no es vanidad generacional, sino responsabilidad con el futuro.  
Hemos andado con personas especiales que han sabido llevarnos del brazo hasta en los más difíciles instantes, incluso cuando hemos sentido que estamos solos. Ahora veo diseminado en aire, el cielo y el mar de mi país, el azul de una mirada que quise. Pero también veo un verde entrañable y extrañable -sobre todo en las cimas-, allí donde sobresale lo mejor de nuestra naturaleza… Todos tenemos nuestros azules y verdes... Hay compromisos que no se rompen con  nada. El tiempo los solidifica y, en lugar de borrar imágenes, persiste la certeza de nuevas marchas y nuevos combates por amor.
Pero Cuba, el país que provoca poemas, que seduce con la temperatura de sus almas, es mucho más que azul y verde, aunque sean los colores que más veo. Es la mezcla de colores y voces de todos los que extrañamos y nos levantamos cada día por las mismas razones. Y también cuando la conga demuestra que seguimos siendo alegres; cuando banderas de otros pueblos nos acompañan alentándonos; cuando familiares, amigos, cuando los que hicieron la Historia más reciente, cuando el Himno de Bayamo, cuando el del 26…cuando la caldera hierve y nos cocinamos al sol en una mañana que a la vez nos alimenta.
Con los jóvenes va un sueño, nuevo por su tiempo nuevo, y viejo por lo que defiende. La cima está allí, en la Plaza, y está aquí, en cada uno de nosotros…
Regresa entonces la mística a la Plaza, y se mantiene la magia de la revolución que un joven de 33 años coronó seguido por todo un país... Juntarnos es ya costumbre, modo de vida; y no habrá despedidas, sino bienvenidas y agradecimientos perdurables…  
Nos pasamos la vida coqueteando con cimas personales: ascendemos, caemos, o bien las sobrepasamos y luego vemos a lo lejos, una mayor. Siempre será así. Pero hay una cima que trasciende y sobrepasa a todas las demás, y es esa que nos pone a prueba cada día y se nos ratifica en fechas especiales: lo mismo en un aula impartiendo o recibiendo clases, leyendo un buen libro, construyendo con la palabra y con hechos, compitiendo por la alegría deportiva, llevando el arte a todos los rincones, luchando por la vida aquí o en otro país, ayudándonos y creciendo de espíritu. Tenemos que parecernos a lo mejor  de nuestro tiempo y tomar lo que más valga de otras épocas, seguir creando y siendo parte activa de lo que nos rodea; continuar con el mismo amor que nos trajo hasta aquí, con el mismo que se nos dan hoy las banderas, y con el mismo que las compartiremos con quienes crean en el futuro.

viernes, 13 de julio de 2012

El sol y su puerta....

Hace días no escribo, aunque he tenido muchos motivos para hacerlo......hoy, que regreso a mi blog, solo se me ocurre pensar en la Puerta del Sol de Tiwanaco y en un tema de Silvio......
"Nuestro tema de amor
tiene quebrantos,
pero su empeño sana el dolor.
Nuestro tema de amor
nos cuenta tanto
que ya es un sueño y una canción."

lunes, 2 de julio de 2012

Lo que no pude leerle…


Hoy me atrevo y en apuro
Hacer décima en el centro
Del país, de mis adentros,
De este año y del futuro.
Derribar siempre los muros
Y morir como he vivido
Llevar siempre lo querido
-sea real o bien recuerdo-.
Juntar locos con los cuerdos.
Amar, luchar: nada más pido.

 Este intento de décima que no leí aquel 1 de julio de 2007 por el fatal miedo escénico, y que luego no tuve tiempo de colocar en su bolsillo para que lo llevara a casa, tampoco pude leerla este domingo en Guaracabulla…..Por eso lo escribo y lo comparto, para que de alguna forma le llegue, profe….
 




Cinco años después, sigue repartido en cada uno de nosotros…..