Hace 65 años el Che impulsó el trabajo voluntario, como actitud de los comunistas ante el verdadero valor de la actividad productiva en una sociedad en la que la conciencia marca el camino de la construcción de un mundo mejor. Algunos creerán que no está de moda, pero en ello, como en otras cosas esenciales para el desarrollo del país, nos va la vida.
Por eso este sábado 23 de noviembre, los jóvenes están convocados a trabajar en áreas de recuperación, centros escolares, en la producción de alimentos.... allí estarán en todo un movimiento político, movilizativo, que forma parte de la jornada que saluda el aniversario 66 del triunfo de la Revolución Cubana, y que inició el pasado 17 de noviembre, en saludo al Día del Estudiante y al aniversario del discurso de Fidel en el Aula Magna en 2005. Esta jornada cerrará el 17 de enero, fecha en que Fidel llegó a Pinar del Río en 1959, de manera que serán dos meses para reactivarnos el espíritu, unirnos en obras colectivas y sentir que somos parte de una obra mayor que es la Revolución, el futuro de la patria y la defensa del socialismo.
Para cuidar la unidad como la niña de nuestros ojos, hay que dejar la silla de nuestra burbuja individual -sea buró del trabajo o comodidad de la casa- y salir a la calle, al surco, a la construcción, subir lomas, y allí comprenderán o reafirmarán unos y descubrirán otros, la maravilla de llevar a Che o a Fidel siempre jóvenes en cada logro concreto que tengamos cuando se avanza juntos.
"La sangre ha sido aceptada, el sol de los vivos y los muertos brilla exigente en el centro de todo" - escribiría Cintio-: demos nosotros el sudor ahora, por el futuro.
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