jueves, 28 de noviembre de 2013

Con hijo incluido....de muy buena fe...

(Por el cumple de Felipe, y de advertencia para el futuro....con muy buena fe...)

Nunca enfermé de pasado
aunque he procurado
volver a sentir en colores
sin tiempo a arrepentimientos
sobre mis cimientos
te doy un manojo de soles
casi que te doy mi vida
que te doy mis sueños
que te doy mis cinco sentidos
quédate hasta donde puedas
pero hay que entenderme
y quererme con hijo incluido.

 Prolongación de mi aire
de mi alma y mi carne
mi infancia regresa a su lado
que no se si el darle es darme
la atención y el tiempo
que juro me hubieran gustado
casi que te doy mis horas
que te doy mi espacio
que te doy mis cinco sentidos
quédate hasta donde puedas
pero hay que entenderme
y quererme con hijo incluido.

Inclúyeme también estos sutiles miedos
de ser templo execrable
donde más frunzo el ceño
y el amor entiende
puntos vulnerables de sed, de confianza
esperanzas de alianzas
y el hambre
total y voraz de vivir
pero no caer
si caigo no sangrar
si sangro dar lección de cicatrizar
y el llanto que espere que la noche llegue
que soy la coraza
y un ángel no pidió caer
palabras con espinas que el amor traduce
dulce música por piel.

No bajaré la cabeza
no tengo destreza
en amar y tener ataduras
todo lo que esté de frente
recibe inclemente
mi fuerte huracán de ternuras
casi que te doy mis horas
que te doy mi espacio
que te doy mis cinco sentidos
quédate hasta donde puedas
pero hay que entenderme
y quererme con hijo incluido.

Y el llanto que espere que la noche llegue
que soy la coraza
y un ángel no pidió caer
palabras con espinas que el amor traduce
dulce música
y el llanto que espere que la noche llegue
que soy la coraza
y un ángel no pidió caer
palabras con espinas que el amor traduce
dulce música por piel.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La vivimos....


A ella le pegaría muy bien ahora mismo las palabras de Guillermo de que es una de las que tiene  su "más allá" en el pueblo, de las que nacen siempre...
La voz de Teresita ha crecido, al punto de que por estos días Felipe canta más sus canciones, y debe ser porque en el Círculo la recuerdan más ahora que decidió partir...o será precisamente porque no partió sino que se repartió entre  todos los que crecimos escuchando canciones que a la vez cantamos a nuestros hijos y nuestros hijos cantarán a los suyos... 
Convertirse en voz de niño, en tradición, en patrimonio, no debe haber sido nunca su propósito, y acaso por eso es que trasciende...porque cantó desde el corazón, con las bellezas de la vida, con lo más puro de una carcajada de niños que corren dándose la mano en ronda.....y porque hizo de su casa la casa de Vinagritos, Pitusas y Eusebios....y tantos duendes que hoy rotundamente la reviven.....y nos permiten vivirla por siempre...
 


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Guapísimo...

A este libro y a su autor los conocí en la oficina de Guillermo....y lo leí  luego cuando Felipe nadaba en mi panza....Y quizás por eso el nene me haya salido tan inquieto, tan genioso y rebelde....Es un libro excelente, que habla sobre una historia bella de vida y coloca en su justo lugar al hombre que pensó una revolución con esmero, y con tácticas que por su validez fueron retomadas años más tarde; un hombre que hizo mucho, que llevaba los pantalones justos sin necesidad de agarrarlos con cinturón, y que quizás cuyo error trágico -pero que demostró su humanidad- fue perdonarle la vida a quien luego lo mandaría a matar.... 
Guiteras es de los que poco se habla y merecen más,porque hizo mucho a pesar de que el velo que envolvió al Gobierno delos 100 Días, con sus corrientes diversas a lo interno, no permitió que el pueblo valorase en su justa medida su valía. 
Pero murió como los grandes: disparando...y trascendió como tal. 
El 22 de noviembre es el cumpleaños de Tony, del hombre guapo
...ojalá para ese entonces esté lista en Pinar del Río su casa natal....para recibirlo otra vez, porque él es de los que nacen siempre....

martes, 19 de noviembre de 2013

Pupilas insomnes....

Había prometido que de sábado para domingo no iba a dormir...y no dormí. Y no solo quedé en vela yo, sino unos cuantos más del grupito....Bailamos hasta que el pobre muchacho que poco tino tuvo para la música hubo de irse, y luego fueron los móviles los que animaron los pasillos, y luego alguna que otra "Mulata" quemaba las gargantas a pesar de la mezcla del refresquito de naranja....Terminamos cantando mientras los demás dormían, lo mismo los Fórmula V, que Silvio, que Orlando Contreras, que qué sé yo...a riesgo de parecer "desengañados de bares y cantinas"...pero el tema era más profundo: no nos queríamos separar...queríamos estar hasta el último minuto allí, hablando, discutiendo de los dilemas del poeta que la "prefiere compartida" o el porqué biológico y cultural de las infidelidades masculinas en franco desafío de género, o de las posibilidades de la paz, o los retos de Venezuela....Navegamos en los temas de arriba y de abajo, en los que flotan y los que nos hunden, de los que nos sacan lagrimones o los que nos hacen reír ante cualquier ocurrencia.
La juventud cubana es valiosa.
Un "banquero", una colega, un diplomático, un cuentapropista, un cardiólogo, un "nuclear", una bailarina, un químico, un "cuadro".....qué mezcla.....allí amanecimos, en aquella escalera sin sueño que nos mantuvo bajo el sereno para poner a prueba pulmones y gargantas.....Los ojos duros que no querían dar paso al sueño y solo nos permitieron par de bostezos justo a la hora de ir a desayunar sin ticket....
Habíamos pasado apenas 48 horas juntos y fue suficiente pa querernos, así de simple....O será que aquel grupito fue extremadamente cariñoso, o será que los espacios para reunirnos hacen mucha falta no para el "teque", sino para intercambios de fuego y espíritu...
Así caminamos caminos, compartimos con atletas, bailamos con cantantes de los que están y los que no, almorzamos en guaguas o restaurantes, o comedores....aprendimos lemas y los repasamos aunque siempre nos salieron mal....
Y no podría seguir escribiendo si no hablo de la protagonista absoluta de nuestros paladares: la omnipresente tortica....en el segundo lugar del ranking clasificó Coral.....el líquido naranja de nuestros almuerzos, comidas, meriendas, desayunos...hasta de nuestros sueños....

Los jóvenes cubanos sabemos bien lo que queremos......Sabemos cantar, sabemos gritar, ser rebeldes, y también sabemos ser profundos, y mirar con alegría siempre, y bailar y discutir, y soñar sin dormir...con las pupilas insomnes, como Rubén.....con el mismo amor de siempre....de Mella...

Y es que la idea de un Festival Provincial de la Juventud y los Estudiantes trasciende el mero hecho de elegir a los representantes a Quito...Fue reencuentro de lo bello y lo útil, de lo pendiente y lo urgente....Fue joven como nosotros, fue lo que quisimos, ni menos mal ni menos bien...pero como debe ser para los que queremos seguir creciendo.....







miércoles, 6 de noviembre de 2013

La familia y su valor en la manigua



La vida de los héroes a veces pareciera resumirse a los momentos en que son grandiosos y ganan la batalla. La vida de los héroes pareciera ser solo de mármol, o de bronce, cuando en realidad es más rica y contradictoria –tanto así, que es precisamente su humanidad lo que los engrandece-.
Por eso, estudiar la vida de los héroes en toda su dimensión es imprescindible. Incomprensiblemente hasta hoy, nuestra Historia ha sido contada prácticamente desde la manigua o la Sierra, desde la bala o el monte; pocas veces desde el silencio o el llanto oculto de una madre, los desvaríos de una esposa o el querer de un hijo. Así llega ante nuestros ojos La familia de Máximo Gómez[1], de Antonio Álvarez Pitaluga, una investigación hecha libro entrañable que nos trae de vuelta al Viejo bajo las ternuras de Manana y sus hijos. Como dijera el propio Gómez: “Los hombres bien nacidos podemos disfrutar de dulce y consolador: la familia y el hogar.” Y he ahí un punto de partida que explica y permite conocer mejor al dominicano mambí que defendió con pasión la libertad de Cuba.
Esta mirada a lo definido como “lo íntimo de la Historia”, nos permite conocer de manera objetiva a la familia del Generalísimo, a partir de una rigurosa investigación y de una manera de contar diferente que capta a sus lectores de inmediato. La vida de la familia de Gómez con Manana, el amor que nació entre ellos a poco tiempo de iniciar la Guerra de los Diez Años, la familia que fundaron, los hijos de ambos y los extramatrimoniales que vivían con ellos; los gustos del padre de familia, el dolor por la muerte de Panchito cuando iba en busca del cuerpo de Antonio Maceo… Aparecen todos los momentos que fueron puntos de giro en la vida del mambí, y cómo la guerra marcó la vida del campesino humilde.
Conocer las interioridades de un héroe, del medio en que se creció o del cual sacaba fuerzas para continuar la lucha, ilustra y contribuye a acercar más a la juventud de hoy a esas historias de vida de hombres que fueron excepcionales guerreros, pero también fueron amantes, padres y amigos.
Este libro hace justicia a la vida de un dominicano que marcó una pauta en las luchas por la independencia cubana, que no estuvo ajeno a las contradicciones de la obra que nace, pero fiel y obsesionado con la libertad a la cual ofrendó sus fuerzas y su familia.
El reto de contar la Historia –y contarla bien- lo cumple el joven Pitaluga, quien a pesar de sus pocos años honra ya su profesión con el rigor de sus pesquisas y su palabra bien escrita. La familia de Máximo Gómez es un libro necesario, y cuya intención merece ser multiplicada y extendida a otras figuras de la nación cubana para poder comprender desde lo más íntimo de un hombre, los sentimientos más profundos que ayudaron a edificar una nación.
Máximo Gómez fue uno de los grandes de las guerras por la independencia de Cuba, que sobrevivió y vio nacer la República; querido por todos con el cariño que se le profesa a un padre mayor, las generaciones de cubanos lo identifican hijo de esta tierra que tanto le debe. Transitar por las páginas de un libro que combina el relato historiográfico con la fibra del sentimiento, es el logro del autor que tiene ante sí el compromiso de seguir por las honduras de nuestros héroes.
Es esta una lección hermosa de homenaje y de cómo podemos adentrarnos en la Historia para la visión del futuro pues, como bien escribiera el periodista Guillermo Cabrera Álvarez: “son los espectros queridos quienes más nos impulsan a seguir”.
  


[1] Antonio Álvarez Pitaluga: La familia de Máximo Gómez, Editora Política, La Habana, 2008.

martes, 5 de noviembre de 2013

La historia de un General joven



La juventud deja su impronta en los tiempos que vive, como dueña de un futuro que se le asigna y ella asume con responsabilidad generacional. A lo largo de toda nuestra Historia, muchos son los ejemplos de jóvenes que dieron lo mejor de sus vidas a una causa, a un proyecto. Lastimosamente, muchos de ellos apenas se recuerdan o solo quedan en el cartel que nombra una calle. Ese es el caso del protagonista de El General más joven: Juan Bruno Zayas.1

Así tituló su libro el historiador Abelardo Padrón, donde nos acerca a la vida de un joven de 29 años que en 14 meses de Guerra llegó a General y ganó elogios de hombres tan grandes como Máximo Gómez: “Juan Bruno Zayas es el Agramonte de la época presente…”; y de Antonio Maceo: “…si muero, Zayas será el Jefe de la Fuerza Invasora”. Con esas frases el autor recibe a los lectores, para dar una medida de quien se presenta.

Este es un libro de obligada consulta, punto de partida para otras investigaciones sobre el héroe. La obra tiene el valor del testimonio escrito por el mambí, con su diario de operaciones militares, que permite revivir el campo de pelea. Ofrece, además, copia de documentos del expediente universitario de Juan Bruno, su árbol genealógico, fotos de familia, breves reseñas sobre la época y el lugar donde nació, y documentos de guerra firmados por él. El libro es todo él una fuente de información de primera mano desde la cual se puede beber y proponer nuevos caminos para describir al guerrero.

Juan Bruno Zayas, que había nacido en el Cerro el 8 de junio de 1867, fue un joven culto, médico, que dejó su profesión por luchar por la independencia de Cuba en la Guerra del 95. Es así que, ejerciendo su profesión en Las Villas, al estallar la contienda apoya la causa y el 25 de abril de 1895, dirige el alzamiento en Vega Alta, tierra villaclareña. Participó en varios combates y apoyó todas las acciones en el territorio central, al punto de que con el grado de Coronel participó en la Batalla de Mal Tiempo, y luego Antonio Maceo lo seleccionó para que continuase junto a su tropa en la invasión hacia Occidente. Su ascenso al grado de General de Brigada lo solicita el propio Maceo al llegar la invasión a Guane, y se hace firme la decisión en abril de 1896, con 28 años de edad.

En las páginas del libro de Abelardo Padrón, además de la valiosa cronología hasta su muerte el 30 de julio de 1896, se conoce de aquel joven comparado con Agramonte y del cual poco se habla en las clases de historia. El rescate de muchas de nuestras más prominentes figuras que quedan solo en el acervo de los historiadores, es el valor fundamental de este libro.

Se tiene la posibilidad de conocer a un joven que en su tiempo fue capaz de asumir el rol más alto que se le exigió. Se tiene, con este libro, la posibilidad de caminar por una calle y saber quién fue la persona que la nombra, rescatar del olvido hechos y colocar en su justa medida las hazañas de combate y amor de una generación que representó Juan Bruno en la manigua.


1 Abelardo Padrón: El General más joven: Juan Bruno Zayas, Ediciones Unión, La Habana, 1984.