domingo, 8 de octubre de 2017

20 años y mi encuentro con el Che...


Niurka Talancón -mi amiga- me recuerda que ver el nombre de Fidel en la caja que recorrió Cuba hace casi un año en caravana victoriosa, fue uno de los momentos que más le conmovió luego del 25 de noviembre de 2016....como si ese hubiera sido el convencimiento de que era cierta su partida... o su nuevo paso. Y la entiendo. A veces no somos conscientes de ciertos hechos que preferimos no creer.....Así viví el 11 de octubre de 1997, hace 20 años, cuando fui a la Plaza de la Revolución a ver al Che. 
Por primera vez en toda mi vida, en mis 14 añitos de entonces, iba a ver al Che, al de las fotos, al heroico, al guerrillero de todos, al de las fotos hermosas, y las cartas para siempre. La cantata eterna llenaba la tarde y removía a quienes formábamos la larga fila de todos los que iban al encuentro con un hombre queridísimo. Recuerdo que cuando entré al salón de la Plaza, alguien decía que caminásemos rápido para que diera tiempo a todos, y medio aturdida por querer leer los nombres de cada una de aquellas cajas, fijé la vista en la de Alberto Fernández Montes de Oca...y en eso mi tía, que venía detrás, me dice: mira....
Cuando volví el rostro hacia delante, leí: Ernesto Guevara de la Serna, "Che". Y junto a ese nombre, una pequeña flor que había colocado el día antes Fidel en guardia de honor… Cuba estaba inmersa en su V Congreso del Partido….y llegaba el Che….. Y fue entonces cuando no pude entender que allí, en aquel pequeñísimo espacio, había un hombre tan grande….Lo tuve  a menos de un metro…al Che….y todos lloramos…
Luego volví a entender que allí estaba, pero que lo más importante se había quedado con nosotros siempre….y es esa luz de aurora que dan hombres como él…. Entendí que no era la primera vez que nos encontrábamos, y que era ese hermano, como bien asegurase Julio Cortázar: el hermano despierto mientras yo dormía, el que mostraba detrás de la noche su estrella elegida.