sábado, 23 de julio de 2016

Cuatro años después....

Ayer hizo cuatro años de que Héctor no estuviese más entre nosotros -aunque es de los que está aunque no esté-. Pocas horas antes de que sus colegas partieran a los Juegos Olímpicos de Londres, tuvimos que pasar el triste momento de no saberle a cada rato entrar a la redacción con su habitual "UNNNN SALUDO TENGAN TODOS".....y la alegría que daba aquello, como si fuera a comenzar el partido más importante de béisbol del mundo. Y llegaba lo mismo para revisar noticias, que para prepararse para un juego que para hacer un noticiero, espacios que prestigiaba con su presencia y que respetó siempre.
Ahora faltan pocos días para otra cita olímpica....una olimpiada ha pasado desde el 22 de julio de 2012...y aunque duele no tener su voz para vivir grandes momentos de nuestro deporte, lo sé muy cerca....disfrutando, alentando y discutiendo puño en mesa, por tener un mejor sistema deportivo y un país más hermoso.
Fue un amigo, un hombre consecuente, y....muchas otras cosas que siguen siendo ejemplo hoy...

lunes, 18 de julio de 2016

...presentes....



Son más de 200…. Bajan de las guaguas con tremenda algarabía y llenan los espacios de la Lenin. Los profesores van a la par, cantando, bailando y compitiendo entre los que viven en tierra naranja, o verde o cocodrilos con avispas….Vienen llenos de alegría asegurando que son el porvenir….Y no porque lo digan sus pulovers…sino porque así lo muestran.
 

De momento me sentí vieja entaconada, con cara de profe o estampa de una ahí que habla de deportes… Pero luego me acomodé y me zafé de todo y fui parte de ellos…. Allá el que quiera ser viejo. Canté, grité, conversé y viví como una más ….fue solo un pedazo de noche. Pero una noche especial, porque justo el día 15 de julio –pero 37 años atrás- Fidel y Celia abrían para los niños el hermoso Palacio de Pioneros “Ernesto Che Guevara”, el lugar que sería un sitio para aprender…. De ahí un Festival de Tecnología donde conocí de los videojuegos que se hacen aquí, desde la chivichana hasta el mambí…. Y cuánto se hace y se puede hacer para que las tecnologías aporten a la vida y al país que construimos.
Y pensé entonces en todo lo que falta pero también en lo que tenemos que nos hace felices testigos de sonrisas que dan garantía de futuro.
Siento orgullo de estos niños. Y tengo la certeza de que son, más que la vanguardia, parte de los miles que hay en Cuba.