Hace dos días fue el cumpleaños de Abel y, revisando entre mil 
carpetas, hallé esta imagen. La foto cristaliza el sueño del muchacho 
que vio en el hombre de las zancadas largas al único que lograría la 
Revolución en Cuba.
Llegó a la casa y le dijo eso mismo a Yeyé. 
Ella no podía entender qué hombre era aquel del que le hablaba su 
hermano. Solo cuando lo conoció pudo entenderlo, y pudo cumplirle el 
sueño de vivir -que era lo más difícil- y cuidar a Fidel, porque si 
Fidel vivía, vivía la Revolución.
Yeyé al lado de Fidel, en la 
Sierra, concretando el sueño de sus amigos, de Abel....allí, al lado del
 Gigante en prácticas de tiro, en la organización del Movimiento, al 
lado del hombre que su hermano sentenció tenía que vivir.
"Lo más
 terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida..." Abel 
nació el Día de la Cultura Cubana, y fue uno de los elegidos que hizo 
firmes los versos que otro 20 de octubre definieron el camino: morir 
por la patria es vivir. 
