
Por primera vez en toda mi vida, en mis 14 añitos de entonces, iba a ver al
Che, al de las fotos, al heroico, al guerrillero de todos, al de las fotos
hermosas, y las cartas para siempre. La cantata eterna llenaba la tarde y
removía a quienes formábamos la larga fila de todos los que iban al encuentro
con un hombre queridísimo. Recuerdo que cuando entré al salón de la Plaza,
alguien decía que caminásemos rápido para que diera tiempo a todos, y medio aturdida por querer leer los
nombres de cada una de aquellas cajas, fijé la vista en la de Alberto Fernández
Montes de Oca...y en eso mi tía, que venía detrás, me dice: mira....
Cuando volví el rostro hacia delante, leí: Ernesto Guevara de la Serna, "Che". Y
junto a ese nombre, una pequeña flor que había colocado el día antes Fidel en
guardia de honor… Cuba estaba inmersa en su V Congreso del Partido….y llegaba
el Che….. Y fue entonces cuando no pude entender que allí, en aquel pequeñísimo
espacio, había un hombre tan grande….Lo tuve
a menos de un metro…al Che….y todos lloramos…
