sábado, 28 de julio de 2012

Compañera(s)

Comenzamos un día
en los tiempos
de siempre y todavía;
comenzamos felices
a juntar cicatrices,
como buenas señales de los años,
y, peldaño a peldaño,
levantamos paisaje
sin excusa, sin ruego
y sin ultraje.
¿Quién se atreve a decirme
que debo arrepentirme de la esperma quemante
que me trajo?
Porque sangra de abajo
yo no vendo ni rajo mi pasión.
"Compañera" -Silvio Rodríguez
De pasiones está llena la Historia...y la pasión que llevó a Haydée al Moncada es la misma que hoy convoca... Melba cumple 91 años, Haydée pasó a otra dimensión; las dos flores del Moncada, las que tenían que vivir para contarlo, las que lloraron cuando sintieron disparos, las que se sientieron libres y felices cuando vieron que Fidel estaba vivo. Haydée; la acariciada por Cuba y por el Che que la prefería "disparada" en días de fiesta más que en la mesura; la Haydée de Casa y de la casa; la mujer que nunca vivió sin su hermano, la que además perdió a Boris Luis; la que supo encontrar en jóvenes creadores -para algunos "herejes"-los nuevos artífices de la cultura de la Revolución. Cómo no pensar a Yeyé en un día en el que quizás presuman la muerte de Abel, en un día en el que hace casi 60 años se sentían aún en el Moncada los golpes y disparos de todo el que fuera apareciendo por el camino... La que esperaba a Fidel mirando más allá de las rejas del Presidio Modelo con los ojos fijos, pensando, recordando y siendo feliz a la vez...
Melba... rodeada del cariño de miles de nosotros, aún con el espíritu de la palma real que nos recibe a la entrada de su casa. Con los recuerdos imperturbables del joven poeta alado del Moncada, de los ojos lindos de Abel, del arrojo de Montané y tantos compañeros; y del otro hombre que marcó su vida: Fidel. ¿De dónde sacar tanta fuerza para vivir sin doblegarse ante el dolor? De Abel, del hombre que supo identificar al líder de la revolución y puso sus hombres a su disposición, del humildísimo que no se perturbaba y estaba seguro de que su misión era cuidar a Fidel aunque le costase la vida. Morir es más fácil...."ustedes tienen que vivir"....De solo pensarlo no hay más opción: hay que vivir....y vivir como merece la vida... a su ritmo y con su fuego....los mismos que las hicieron compañeras a ellas, que las hermanaron luego y que siguen combinando canción y compromiso para que nada apague la voz de los nuevos cantores de la gesta, ni el valor de los que nos sumamos por la dulce memoria de Martí y de los hijos que por él hoy son parte de esos espectros queridos que más impulsan a seguir.

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