viernes, 29 de mayo de 2020

Tití

Tití es el amiguito del Firu, un gorrioncito medio fresco que se cuela hasta la sala  de la casa. Antes era solo la cocina, por las miguitas del pan… pero ahora le ha dado por pasear a sus alas….
Tití siempre alegra al nene cuando llega y comienza a hacer sus ruiditos, o canta desde el patio…..a veces viene él con la familia completa…pero a la casa solo entra él….
Lo más curioso –y que me hace escribir este post chiquitico como él- es que hace una semana, cuando estábamos en el hospital ingresados Firu y yo, todos los días entraba un tití a nuestro cuarto…lo recorría completico ante nuestros ojos…y lo más curioso: en medio de una perreta inconsolable del nené, apareció ese gorrioncito, sobrevoló el cuarto, y se posó en la boca de un pomo, justo frente al bebé, quien al verlo se comenzó a reír y se esfumó el llanto….El tití estuvo ahí como por 5 segundos y luego voló…. Pasmada por esos antojos de la naturaleza yo, que poco tengo de mística, en cuanto tuve un chance comencé a buscar en internet más acerca de los gorriones. Y encontré que son pajaritos pequeños  -algunos aseguran que de Afrodita- que demuestran cómo desde lo más sencillo se pueden hacer grandes cosas, cómo es importante la confianza en uno mismo y que, así, común y aparentemente desapercibido, también se puede triunfar.
Desde que regresamos a casa, Tití nos visita y ahora es esperado con migas especiales por los lugares que usualmente recorre. (Todo se estropea si intentas una foto ...) Y aunque no es muy sensato –echémosle la culpa al aislamiento-, yo creo que es el mismo tití siempre…y si no, al menos es la  misma esencia de la naturaleza que constantemente nos dice, aunque abatidos en la prisa diaria, poco la escuchemos.

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