No pensé nunca que fuese tan difícil dormir sin Felipe, sin despertarme por las madrugadas...solo llevo dos días sin él y parece que se me acaba el mundo...y ¿él?...feliz de lo lindo, paseando por Pinar del Río....sin acordarse de mí como si su consejo hubiera sido suficiente para que yo me mantuviese por la línea sin serle infiel: "chao, mamá, pórtate bien"...Esas son las cosas que hay que escucharle a un hijo después de que con tanto esmero lo cuidas casi 4 años sin separarte de él......o será que nos hacía falta esa distancia para darnos cuenta de que no podemos vivir el uno sin el otro -aunque él, con la piscina de su prima, los tubitos de pintura y sus carritos tiene como pa olvidarse de mamá una semana-.....No es fácil...pero tampoco es difícil...es, simplemente, el comienzo de la independencia......Felipe está creciendo......
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