martes, 15 de marzo de 2016

Esto es más que pelota...



Leo esta nota hoy: http://www.jit.cu/NewsDetails.aspx?idnoticia=38037
 Y yo pregunto:
Si “Víctor Mesa Martínez dirigirá la selección de nuestro país que el próximo día 22 enfrentará al equipo de las Grandes Ligas estadounidenses Tampa Bay Rays” y  “tal designación reconoce el desempeño del equipo Matanzas, que conducido por él encabezó a los cuatro clasificados para los play off de la actual Serie Nacional, éxito en el que mucho tuvo que ver la condición de máximo ganador conseguida en la segunda etapa”…..
Si además de todo eso “su condición de exatleta excepcional y la vasta experiencia que acumula como director le ponen en condiciones de contribuir al propósito de satisfacer las expectativas de la afición en un partido cargado de alto simbolismo”…
¿Por qué se demoraron tanto para tomar esa decisión?  ¿Por qué se demoraron tanto en las “valoraciones”? ¿Por qué el ridículo de una preselección sin mentor, si tan convencidos estaban de tener al "indicado" en sus narices?¿Dónde quedó aquella propuesta de Javier Méndez que rodó de mano en mano -en papeles ¿fugados?- y/o de boca en boca hace una semana?
¿Qué expectativas puede satisfacer el que no cree en los métodos de quien hoy lo designa? (o es que lo nombra la Federación y no la Dirección de Béisbol….es decir, lo nombra Higinio y no Heriberto – de ahí que no interese lo que haya declarado antes, y que el Cuba y sus "bondades" no entra en eso-)
¿Qué valor le agregaremos al “simbólico” juego con una decisión demorada e incoherente que da argumentos que se burlan de tanto tiempo de espera? ¿Qué tipo de análisis permite ser tan desordenados una y otra vez, al tiempo de publicar una nota de la Dirección Provincial de Deportes de Pinar en Jit, publicación del INDER, para luego designar o premiar lo que nosotros mismo llamamos “indisciplina”? ¿Será  esta una impune práctica de moda?
Me habrá caído el fly de Marquetti en la cabeza...
Hablar de pelota para hablar estas cosas, no da ganas de escribir. Solo que el compromiso con lo que trasciende lo deportivo (valores como la seriedad, sentimientos como el amor), obliga. Y hay que hacerlo porque ahora mismo ya no se trata de béisbol, sino de un triste espectáculo nacional cuando en medio de un contexto político complejo nos damos el lujo de ser –o de lucir- “ingenuos”….sin serlo.


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