Nací a mitad de camino entre el 8 y el 14 de marzo...justo en el centro, un día de agravio a Martí que el Segundo Frente luego sanó...
Nací un viernes... con el sol perpendicular y la frustración del familiar que aspiraba a varón... Mi nombre, sacado de algún sitio raro -porque en casa nadie sabía "inglé"-, avizoró parte del futuro.
Soy periodista, que es también ser un poco de cada cosa, o aprender a ser un poco de cada cosa, o estar en medio del hecho y el lector con la responsabilidad de que haya verdad y pasión, estar en la piel del otro las 24 horas del día. No me sobra flexibilidad, pero aprendo de consecuencia... soy de las que se les archiva en copias-alguna que otra vez-, nunca en originales... Tengo maestros de alma y palabra, hermanos de empeño, socios de bibliotecas y extensas charlas, cervezas casi olvidadas por la maternidad, tres o cuatro sueños rezagados por el difícil equilibrio entre lo que se quiere y lo que hace falta, y el raro privilegio de la felicidad por estar justo donde mi limitada vista, mediano olfato y cotidiano esfuerzo me lo permiten... Soy aún y siempre a medias, porque aspiro a seguir creciendo...porque cada 8, 11 y 14 más que felicitarme, repaso a qué distancia estoy de la gente que quiero, de las ideas que defiendo, del horizonte que me propuse, de la utopía...
Pasó el 8, el 11 y el 14... y me aparecen estas letras el 15....acaso por la perpendicularidad testaruda, por la intransigencia hereditaria o porque ser periodista sale de las fechas conmemorativas y es lo que tiene que ser en el momento preciso.
Soy periodista y tengo, leyendo siempre a Martí, de fidelísimo soldado.
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