No nos parecemos en nada...y cuánto daría yo por tener mucho de ella....Igual, tenerla cerca es algo que siempre me ayuda a ser mejor, como una meta a la que necesito llegar para poder ver la vida más alegre.....Ser como mi mamá es algo que me encantaría y aunque a veces le duela la cabeza por mi culpa, sabe que es mi vida....y que cuando sea grande, quiero ser como ella...
"No hay final. Siempre hay comienzos. Como decia el Che: hay gente que tiene ´su más allá´ en el pueblo y que nacen, que nacen siempre..."
lunes, 15 de mayo de 2017
...como ella...
No nos parecemos en nada...y cuánto daría yo por tener mucho de ella....Igual, tenerla cerca es algo que siempre me ayuda a ser mejor, como una meta a la que necesito llegar para poder ver la vida más alegre.....Ser como mi mamá es algo que me encantaría y aunque a veces le duela la cabeza por mi culpa, sabe que es mi vida....y que cuando sea grande, quiero ser como ella...
jueves, 11 de mayo de 2017
Agramonte en Martí
El 11 de mayo de 1873 cayó en combate Ignacio Agramonte, un héroe de los más hermosos de la historia de Cuba.
Por eso hoy comparto un fragmento del libro de anécdotas de José Martí, "Entre espinas, flores", de Carlos Manuel Marchante, de lectura necesaria por los hermosos y aleccionadores pasajes de la vida del Maestro. Este tiene que ver con Agramonte, a quien Martí admiró profundamente.
(...) colocado sobre un caballo, los saltos de su cuerpo inerte sobre la bestia, producido por las irregularidades del sendero, le habían partido la espina dorsal, mientras su rostro y manos casi rozaban los caminos, hasta depositarlo en la morgue del hospital San Juan de Dios.
El vicario Manuel Martínez y el padre José Olallo Valdés, hermano de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, auxiliados por un empleado del hospital Esteban Castillo, desafiando el odio que se manifestaba por la soldadesca y la oficialidad española, se aprestaron a lavar el rosto ensagrentado y polvoriento del Mayor, descubrieron la herida de bala en la sien izquierda, que le había ocasionado la muerte y facilitaron su posterior identificación.
Castillo, una vez terminada la labor, cortó algunas guedejas de su cabello, las cuales escondió y posteriormente entregó a Ángela del Castillo, para que esta se las entregara a Filomena Loynaz, madre del Mayor, que residía en Nueva York; otra para la viuda del héroe, Amalia Simoni, que se encontraba en México; y una tercera para que ella la conservara de recuerdo.
En una de las conversaciones que Martí sostenía a menudo con Ángela en Nueva York, ella le relató este pasaje de la guerra, lo que ocasionó que Martí como un resorte se pudiera de pie, y con el rostro desfigurado y en un tono suave y emocionado, exclamara:
-Pero Ángela, ¿cómo usted no me había contado eso antes?
-Espere un momento-contestó la patriota.
Acto seguido se retiró a su cuarto y minutos después regresó con un pequeño estuche que contenía un pomito con tierra de Jimaguayú y los cabellos, los puso en las manos finas y suaves de Martí, quien apretando con sus manos el pomito con la tierra bañada con la sangre del Mayor, exclamó:
-Siento en mi corazón sus pisadas sobre esta tierra. Siento el calor de su persona, siento el peso de su cuerpo caer en ella, veo su espíritu elevarse, oigo su voz que me dice: "¡Proseguid. Yo os he dado el ejemplo!"
Martí, besando aquellas hebras del héroe que Ángela había colocado en sus manos, con sus ojos fijos en ellas repitió:
-Su pensamiento está aquí y juro que seré su continuador hasta vencer o morir.
Su hija, la joven Cocola Fernández del Castillo, relató años más tarde, que asombrada contemplaba algo distante la emotiva escena protagonizada por su madre y el Apóstol, pero al acercarse pudo observar que los ojos del Maestro estaban llenos de lágrimas.
miércoles, 10 de mayo de 2017
Maravillas posibles...
miércoles, 3 de mayo de 2017
A Juan Nuiry, en sus 85...
Hubiera querido hablar, pero, qué va...Eran demasiadas las personas que allí estaban para contar anécdotas de Juan, de su vida infinita...
Quedó pequeño el espacio de la UNEAC, como mismo es poco el tiempo para hablar de personas como él...luchador estudiantil incansable y rebelde de la Sierra...
Por eso vengo a mi rincón, a intentar saldar parte de una deuda que tendré para siempre....
La primera vez que lo vi en persona, lo vi sin verlo...No lo aproveché como debí... Fue el 13 de febrero de 2010, en el Morro, durante la presentación del libro "El Marabuzal", de su amigo Felipe Guerra Matos... Yo, con inmerecido honor, compartía con ellos la mesa de presentaciones para sacar a la luz a "Raúl Gómez García: el periodista del Moncada".... Por cortesía, comencé...luego tomó la palabra Juan, allí brotaron las anécdotas, las risas....los anhelos.... Felipito me esperaba en el fondo del salón, con dos meses de nacido y, ya majadero, tuve que salir....Cuando se calmó y regresé, aún estaba Juan hablando con Guerrita y compartiendo con todos....Cerró la presentación y nos fuimos a casa.... Siempre he padecido de una rara timidez...ese día ni fotos me tomé con ellos...Imperdonable...
Años después, y de la mano de Wilmer, mi amigo, llegué otra vez a Juan....Quedamos en un encuentro que nunca se concretó para hablar de sus luchas y de su vida, y conocerle más y de José Antonio Echeverría.... Sin embargo, todo quedó en una conversación -que no por ser por teléfono fue menos- en la que me contó que él había conocido a Pichirilo, el dominicano del Granma sobre el cual yo estaba investigando. Habían coincidido en la Embajada de México en Cuba...asilados ambos. Él, a raíz de los sucesos del 13 de marzo; y Pichirilo, por el desembarco del Granma. Me decía Juan que cómo él iba a olvidar aquello, si nunca había visto a un hombre desesperado y contrariado morder los marcos de madera de una ventana como lo hizo Pichirilo....Gracias a Juan, supe más de ese momento en el que ambos compartieron espacios cercanos....Volvió a invitarme a su casa, a conversar...pero luego enfermó, agravó... y ya no hubo tiempo....
Lamento que el paso atropellador de la vida cotidiana no nos deje salir a conversar a veces con personas que son amigas aunque no nos conozcamos....Así me pasó con Juan....Y a pesar de todo, lo siento muy cercano....
Por eso disfruté mucho ver que ayer se reunieron sus amigos para celebrarle los 85 años de vida...tantos...jóvenes de todo el tiempo.....Por eso fui, y seguiré yendo...Ojalá estas palabras que no dije ayer, pueda leerlas Juan cuando tenga un minuto en medio de su ajetreo estudiantil que no terminará nunca.
martes, 2 de mayo de 2017
Los 90 de Guerrita
Cualquiera pensaría que porque le llamamos a veces "Guerrita" él es algo así como una guerra chiquita...y nada más alejado de la verdad.... Quizás el apodo que mejor lo describe es el de "Agitáo" como le decían Frank, Celia y otros combatientes.....
Ayer cumplió 90 años ese que llevó a Herbert Matthews a la Sierra para
la entrevista a Fidel, que fue pieza clave en el Marabuzal y el primer
refuerzo, Capitán del Ejército Rebelde, y primer Director General de
Deportes después del triunfo de la Revolución....
Por eso su tocayo y yo fuimos a verle este 1 de Mayo cuando salimos del desfile... De Felipe a Felipe y de Sánchez a Agitáo....
(Y el primer abrazo fue para el pequeñito vestido de verde olivo que cuando vio las fotos en la pared con Fidel, me dijo: ¡mira, mamá, ahí viene el Capitán!)
Besote a Felipe Guerra Matos, que es de esos que nacen siempre........
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