"No hay final. Siempre hay comienzos. Como decia el Che: hay gente que tiene ´su más allá´ en el pueblo y que nacen, que nacen siempre..."
martes, 31 de diciembre de 2013
está permitido.....
Voy a apostarlo todo, otra vez, aunque en ello tenga que empeñar algunos puntillos de mi ELO......
...esas bellezas suyas...
Estas son palabras hermosas, dichas el 8 de enero de 1959 por Fidel.........
Lo que yo he dicho en otra parte: nadie vaya a creer que las cosas se van
a resolver de la noche a la mañana. La
guerra no se ganó en un día, ni en dos, ni en tres, y hubo que luchar duro; la
Revolución tampoco se ganará en un día, ni se hará todo lo que se va a hacer en
un día. Además, le he dicho al pueblo en
otros actos que no se vayan a creer que esos ministros son unos sabios —empiezo
por decirles que ninguno ha sido ministro antes, o casi ninguno. Así que nadie sabe ser ministro, eso es una
cosa nueva para ellos; lo que están es llenos de
buenas intenciones. Y yo digo en esto,
igual que digo de los comandantes rebeldes: miren, el comandante Camilo Cienfuegos
no sabía de guerra, ni de manejar un arma, absolutamente nada. El Che no sabía nada; cuando conocí al Che en
México se dedicaba a disecar conejos y hacer investigaciones médicas. Raúl tampoco sabía nada; Efigenio Ameijeiras
tampoco sabía nada; y al principio no sabían nada de guerra, y al final se les
podía decir, como les dije: “Comandante, avance sobre Columbia, y
tómela”; “Comandante, avance sobre La Cabaña, y tómela”; “Avance sobre Santiago, y tómelo”, y yo sabía que lo
tomaban...
Al Indio.....
Este 31 de diciembre me viene a la mente el Indio Naborí, con su Marcha Triunfal del Ejército Rebelde..... Recuerdo que la única vez que lo vi en persona fue en el 2004, en el hospital Ameijeiras... Íbamos una alumna venezolana y yo....En cuanto lo vi, le dije: Vamos a conocer al poeta...Nos acercamos, le dimos un beso y le dijimos que éramos estudiantes. Le pedí, para mi eterno amigo Jesús, un autógrafo y le dije que era un tocayo pinareño suyo que le encantaba la décima y era admirador tremendo de su obra.....Para Jesús escribió....y a Raquel, la venezolana, recuerdo que le dijo: "y para ti, un Orinoco de amor"....No podría olvidar la ternura con que nos atendió y colocó nuestras caras entre sus manos....
Hoy, 31 de diciembre, me viene a la mente su vida combatiente y llena de amor.....por eso no puedo otra cosa que reproducir la hermosa Marcha que dedicara al hombre que admiró y siguió.....y que admiramos tantos y seguimos....
Al Indio, también, el abrazo este día....y la certeza de que miramos con sus ojos nuestros...
Marcha Triunfal del Ejército Rebelde
¡Primero de Enero!
Luminosamente surge la mañana.
¡Las sombras se han ido! Fulgura el lucero
de la redimida bandera cubana.
El aire se llena de alegres clamores.
Se cruzan las almas saludos y besos,
y en todas las tumbas de nobles caídos
revientan las flores y cantan los huesos.
Pasa un jubiloso ciclón de banderas
y de brazaletes de azabache y grana.
Mueve el entusiasmo balcones y aceras,
grita desde el marco de cada ventana.
A la luz del día se abren las prisiones
y se abren los brazos: se abre la alegría
como rosa roja en los corazones
de madres enfermas de melancolía:
Jóvenes barbudos, rebeldes diamantes
con trajes olivo bajan de las lomas,
y por su dulzura los héroes triunfantes
parecen armadas y bravas palomas.
Vienen vencedores del hambre, la bala y el frío
por el ojo alerta del campesinado
y el amparo abierto de cada bohío.
Vienen con un triunfo de fusil y arado.
Vienen con sonrisa de hermano y amigo.
Vienen con fragancia de vida rural.
Vienen con las armas que al ciego enemigo
quitó el ideal.
Vienen con el ansia del pueblo encendido.
Vienen con el aire y el amanecer
y, sencillamente, como el que ha cumplido
un simple deber.
No importa el insecto, no importa la espina,
la sed consolada con parra del monte,
el viento, la lluvia, la mano asesina
siempre amenazando en el horizonte.
¡Sólo importa Cuba! Sólo importa el sueño
de cambiar la suerte.
¡Oh, nuevo soldado que no arruga el ceño
ni viene asombrado de tutear la muerte!
Los niños lo miran pasar aguerrido
y piensan, crecidos por la admiración,
que ven a un rey mago, rejuvenecido,
y con cinco días de anticipación.
Pasa fulgurante Camilo Cienfuegos.
Alumbran su rostro cien fuegos de gloria.
Pasan capitanes, curtidos labriegos
que vienen de arar en la Historia.
Pasan las marianas sin otras coronas
que sus sacrificios: cubanas marciales,
gardenias que un día se hicieron leonas
al beso de doña Mariana Grajales.
Con los invasores, pasa el Che Guevara,
Alma de los Andes que trepó el Turquino,
San Martín quemante sobre Santa Clara,
Maceo del Plata, Gómez argentino.
Ya entre los mambises del bravío Oriente,
Sobre un mar de pueblo, resplandece un astro:
ya vemos... ya vemos la cálida frente,
el brazo pujante, la dulce sonrisa de Castro.
Lo siguen radiantes Almeida y Raúl,
Y aplauden el paso del Héroe ciudades quemadas,
Ciudades heridas, que serán curadas,
y tendrán un cielo sereno y azul.
¡Fidel, fidelísimo retoño martiano,
asombro de América, titán de la hazaña,
que desde las cumbres quemó las espinas del llano,
y ahora riega orquídeas, flores de montaña.
Y esto que las hieles se volvieran miel,
se llama...
¡Fidel!
Y esto que la ortiga se hiciera clavel,
se llama...
¡Fidel!
Y esto que mi Patria no sea un sombrío cuartel,
se llama...
¡Fidel!
y esto que la bestia fuera derrotada por el bien del hombre,
y esto, esto que la sombra se volviera luz,
esto tiene un nombre, sólo tiene un nombre...
¡Fidel Castro Ruz!
¡Primero de Enero!
Luminosamente surge la mañana.
¡Las sombras se han ido! Fulgura el lucero
de la redimida bandera cubana.
El aire se llena de alegres clamores.
Se cruzan las almas saludos y besos,
y en todas las tumbas de nobles caídos
revientan las flores y cantan los huesos.
Pasa un jubiloso ciclón de banderas
y de brazaletes de azabache y grana.
Mueve el entusiasmo balcones y aceras,
grita desde el marco de cada ventana.
A la luz del día se abren las prisiones
y se abren los brazos: se abre la alegría
como rosa roja en los corazones
de madres enfermas de melancolía:
Jóvenes barbudos, rebeldes diamantes
con trajes olivo bajan de las lomas,
y por su dulzura los héroes triunfantes
parecen armadas y bravas palomas.
Vienen vencedores del hambre, la bala y el frío
por el ojo alerta del campesinado
y el amparo abierto de cada bohío.
Vienen con un triunfo de fusil y arado.
Vienen con sonrisa de hermano y amigo.
Vienen con fragancia de vida rural.
Vienen con las armas que al ciego enemigo
quitó el ideal.
Vienen con el ansia del pueblo encendido.
Vienen con el aire y el amanecer
y, sencillamente, como el que ha cumplido
un simple deber.
No importa el insecto, no importa la espina,
la sed consolada con parra del monte,
el viento, la lluvia, la mano asesina
siempre amenazando en el horizonte.
¡Sólo importa Cuba! Sólo importa el sueño
de cambiar la suerte.
¡Oh, nuevo soldado que no arruga el ceño
ni viene asombrado de tutear la muerte!
Los niños lo miran pasar aguerrido
y piensan, crecidos por la admiración,
que ven a un rey mago, rejuvenecido,
y con cinco días de anticipación.
Pasa fulgurante Camilo Cienfuegos.
Alumbran su rostro cien fuegos de gloria.
Pasan capitanes, curtidos labriegos
que vienen de arar en la Historia.
Pasan las marianas sin otras coronas
que sus sacrificios: cubanas marciales,
gardenias que un día se hicieron leonas
al beso de doña Mariana Grajales.
Con los invasores, pasa el Che Guevara,
Alma de los Andes que trepó el Turquino,
San Martín quemante sobre Santa Clara,
Maceo del Plata, Gómez argentino.
Ya entre los mambises del bravío Oriente,
Sobre un mar de pueblo, resplandece un astro:
ya vemos... ya vemos la cálida frente,
el brazo pujante, la dulce sonrisa de Castro.
Lo siguen radiantes Almeida y Raúl,
Y aplauden el paso del Héroe ciudades quemadas,
Ciudades heridas, que serán curadas,
y tendrán un cielo sereno y azul.
¡Fidel, fidelísimo retoño martiano,
asombro de América, titán de la hazaña,
que desde las cumbres quemó las espinas del llano,
y ahora riega orquídeas, flores de montaña.
Y esto que las hieles se volvieran miel,
se llama...
¡Fidel!
Y esto que la ortiga se hiciera clavel,
se llama...
¡Fidel!
Y esto que mi Patria no sea un sombrío cuartel,
se llama...
¡Fidel!
y esto que la bestia fuera derrotada por el bien del hombre,
y esto, esto que la sombra se volviera luz,
esto tiene un nombre, sólo tiene un nombre...
¡Fidel Castro Ruz!
viernes, 27 de diciembre de 2013
Una chica mala.....
Se puede decir que no voy a hacer
recuentos porque no será justo tener que callarme cosas y poder
decir solo otras...el balance sería injusto....sin balance,
vaya...y no quiero que se me queden cosas lindas por decir...por
tanto, solo hablaré de las malas....
Tendría que ser a lo interno, y sí,
este 2013 cumplió mis expectativas: mantuve mi mal hábito de
olvidar papeles, mantuve el reguero como orden del día, cogí
“montes” por cualquier insignificancia, no trabajé cuanto debí
y no aprendí ni escribí lo suficiente.......(De Felipe, no voy a hablar porque
con él todo es bueno)
Acepté cosas y devolví otras, ensayé par de miraditas "matadoras", seguí sin ser
fotogénica pero sí fotovoltaica; no grité siempre que quise y debí
aprender algo más de Kickboxing y Artes Afines; aprendí el valor de una tusa; le hice caso a cosas
de las que por suerte ya no me acuerdo mucho y.......bueno, supongo
que debí haber hecho más cosas malas...pero con estas basta.....no
vayan a pensar mal de mí....
Ah, claro...me he tirado algunas fotos
por ahí medio provocadoras....pero bueno, no tengo cargos de
conciencia.....(y eso también debe ser malo, verdad????)
Pero en fin, un año no tan malo como
quizás se pensó, pero sus cosas divinas y terribles a buen
término......
A todo lo que existe, le digo como el
poeta: gracias por el encanto de lo bello y lo triste.....
(Por cierto, a quienes he arruinado la
“Navidad”...¿qué decirles???? lo lamento tanto......pero no
cejen en su empeño, que a lo mejor pal 2014....quién sabe!!!!.)
viernes, 20 de diciembre de 2013
siempre me regresa....
Canción de Navidad
El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación.
Y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
enhorabuenas y postales
con votos de renovación.
Y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud.
Pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó,
al que en su cotidiana lucha
me da razones para amarle,
a aquel que nadie le cantó.
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud.
Pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó,
al que en su cotidiana lucha
me da razones para amarle,
a aquel que nadie le cantó.
(1988)
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Guille siempre enseñando.....
Reproduzco un texto del Guille, de esos que a veces necesita la gente para desprenderse, sacudirse, y seguir......
Cerrando Círculos...
Hoy les regalo un pequeño texto —sintetizado—, del escritor brasileño Paulo Coelho, envío de Lázaro.
Es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en
permanecer más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría, el
sentido del resto. Cierra círculos, o puertas, o capítulos. Como quieras
llamarlo, lo importante es cerrarlos, dejar ir momentos que se van
clausurando.
¿Terminó con su trabajo? ¿Con la relación? ¿No más en esa casa? ¿Debe
irse? ¿La amistad se acabó? Puede pasarse el tiempo «revolcándose» en
porqués, en rebobinar el casete y tratar de entender por qué sucedió tal
o cual hecho.
El desgaste será infinito porque en la vida, usted, yo, todos y todas
estamos abocados a cerrar capítulos, pasar la hoja, terminar con etapas
o momentos y seguir adelante. No podemos en el presente añorar el
pasado, preguntándonos por qué sucedió, hay que soltar, desprenderse.
No puedes ser niño eterno, adolescente tardío, empleado de empresa
inexistente, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado. No.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! A veces es importante destruir
recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar
documentos, vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de
superación. Dejar ir, desprenderse. En la vida nadie juega con cartas
marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, pasar
la hoja, vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.
No espere que le devuelvan, que le reconozcan, que alguna vez sepan
quién es usted. Suelte el resentimiento, que lo único que consigue es
dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida es adelante, nunca
atrás. Si usted anda por la vida dejando «puertas abiertas», por si
acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de «regresar»
(¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron,
silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!
Si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no
vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí,
en ese lugar, en ese corazón, en esa casa, en ese escritorio, en ese
oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, tres meses,
un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierre la puerta, pase
la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que
regresa igual, porque en la vida nada se queda quieto, estático. Es
salud mental, amor por usted mismo desprender lo que está en su vida.
Nada ni nadie es indispensable.
Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo es vital, porque cuando
vino al mundo llegó sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir
pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el
adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar. Aprenda a desprenderse,
humanamente es posible. Solo es costumbre, necesidad, apego. Cierre,
clausure, limpie, tire, oxigene, sacuda, suelte.
Regalo de jueves
Siga adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!
(Publicado originalmente el 6 de noviembre de 2003)
miércoles, 11 de diciembre de 2013
La viejita de la "casa amarilla"
Siempre paso por ahí con Felipe, lo mismo a la hora de ir al círculo que de regreso a casa….Le dice “la casa amarilla”, porque es la casa amarilla de madera que ha estado por más de 80 años al lado de la línea del tren. Allí se venden flores…Es una casa humilde, no solo porque sea de madera, sino porque entre las telas que simulan cortinas se denota que vive alguien que no tiene mucho que ocultar ni resguardar…La casa nunca ha sido agredida, ni violentada…está intacta, como cuando se construyó…Solo el color amarillo da síntomas de que algo nuevo pasó por allí…Como les decía, allí se venden flores…Es una viejecita…una señora ya de pelo blanco que siempre me recuerda a mi abuela, siempre al tanto de sus mariposas, girasoles, extrañas rosas, clavelitos…Allí está siempre…ha estado…..Alegrando con sus flores, y aunque vive de ofrecer los pétalos más diversos, a veces hasta los regala a quienes pasan por allí, ya sea en carro –cuando paran ante la línea del tren- o bien a los que cruzan el camino a pie… Da como la impresión de que no tiene mucho para dar pero vive de bellezas, porque comparte aún lo que es hermoso y puede cambiar el gesto de un rostro enjuto….Pero para todos siempre es -simplemente- la "viejita de las flores".
Esta
mañana fue diferente….esta mañana no tuve guagua y seguí el
tramo caminando… y justo en el momento en que pasaba por allí, la
dueña de “la casa amarilla” venía caminando de frente…y la
vi…le vi los ojos por primera vez más cerca…le vi su delantal
viejo y limpio, su ropa de los años 70 probablemente…y el rostro
maquillado…. ¿maquillado? ¡maquillado!(¿Cómo era posible que
una viejecita que parecía que regalaba flores como lo último que
hacía en su vida, con los pasos lentos de la edad de un lado a otro,
se arreglaba el rostro con su creyón de labios, un poco de colorete
y el olor de una colonia….?)
Y es que hay seres humanos que no se cansan de
compartir lo hermoso... Luego comprendí que es así, que siempre ha sido
así: ella es, irremediablemente, parte de ese ramo precioso de gente
que adorna la vida de esta ciudad.
lunes, 9 de diciembre de 2013
No te me pierdes ni en los humos de la tarde…
A veces todo parece que sí, que da vueltas y volvemos al mismo punto
de origen, o simplemente pierdo el rumbo; no logro fijar la vista en
un punto que me oriente. Soñé demasiado o salté demasiado, aunque
en realidad nunca parezca que es demasiado. El peor de todos los
errores sería no escucharte o dejar de soñar. Volvería a
mencionarte una y otra vez y parecería loco hablarle a un muerto,
porque todos así lo creen. Sin embargo al estilo de Silvio -de
fantasma de Silvio- te extraño, me decido a tararearte, te abalanzas
sobre mí a cualquier hora del día y no solo en casa… Me gustaría
poder llevarte las flores que te debo, las que te pone mi mente pero
no mis manos….Le debo a Santiago una caminata de la mano, unas
bugambilias mezcladas con el
marpacífico silvestre que un guajiro de ojos soñadores me ayudó a
cortar para ti; te debo otra carta, otra que te haga un balance de
los últimos 5 años de deudas y de amor. Casi en bancarrota. Ya me
he declarado en bancarrota alguna que otra vez, pero ojalá pudieras
ver mi retoño, cómo le canta a las mismas cosas que le cantas tú,
como se interesa por los tres colores más hermosos y cuánto exige
una bandera para escuchar, con ella en la mano que la agita, el Himno
que dicen que cantaste cuando te golpeaban…o el Reclamo del
Centenario…No sé si lo cantaste, si declamaste, o si fueron solo
leyendas que envolvieron la belleza de tus 24 años en la senda de la
felicidad.
Leyendas merecidas que a la distancia de 55 años se
mantienen intactas y aunque exista la certeza de que son solo eso
–leyendas- nadie se atreve a negar su hermosura… Mi retoño que
no llevó tu nombre, pero es más tuyo que si se hubiese llamado
Raúl…y al final, lo quiero de igual forma y es un Raúl con otro
nombre, como mismo se dice que es un Silvio, a pesar de que nació un
día antes que el poeta… Si escucharas a Silvio….aunque quizás
sin ustedes la poesía no hubiera sido la misma…. Haydée, con la
que compartiste tardes de apuros e impresiones, amores y desvelos,
les llevó a esos nuevos poetas el alma de aquella juventud que se
lanzó a todo……
Tu sobrino canta, toca, tiene un grupo especial
que se llama como aquel lugar donde te sacaron los dientes a piñazos
y te estrellaban contra las paredes…..pero ese grupo ha vuelto el
nombre música, porque ustedes le dieron la poesía y el amor a las
mazmorras más asquerosas y llenas de sangre… Solo puedo ofrecerte
una cantata desde aquí, un paseo en canoa por el Malecón; o
compartir, en franco desafío al machismo, un partido de pelota
contigo en la Loma de Chaple…Podría ahora mismo sentarme con
Erasmo y contigo a chupar naranjas chinas y hablar mil barbaridades
del descarado de Lavernia y sus robos en el Instituto…pero daría
cualquier cosa por que, luego de que me dejaran en casa, le leyeras a
Erasmo el poema que me has escrito esta noche…..
Me gustaría tanto
saber si te late en el corazón todavía mi camino, si aún tienes la
certeza de que admiro tu riesgo y tu entrega, y de que solo la rubia
y yo te hemos esperado….. –por cierto, no
me queda más remedio que admitir que las rubias existen-…. Me despierto
llena de cosas tuyas, de puntos suspensivos, de exclamaciones, de
reclamos y añoranzas…me levanto hecha Raúl, una versión femenina
que espera, que tiene cejas gruesas, que se niega a verte viejo
aunque le hubiera encantado ir contigo –ya a las puertas de los 85-
a cualquiera de esos lugares a donde van los abuelos a desempolvar
fotos e historias….
Te tengo…Te tengo como no he tenido nunca a nadie, y no porque sea
más fácil tenerte a ti, con la mirada alada y los ojos lindísimos
que tienes….Te tengo desde que te vi por primera vez, desde que te
leí, desde que te supe ajefista, periodista, soldado, poeta, desde
que te vi muerto tirado en una caja de madera donde parecía que
habían roto la poesía….te tengo desde la soledad de tu gato
Posdablón y desde la mía –que no tiene nombre y la salva
Felipe-….No es más fácil quererte, aunque lo aseguren algunos
vivos para sacar de su condición una desventaja que les dé ventaja
por sobre ti….
Hoy voy a regalarte palomas, porque falta poco para que despertemos
el día 14 y, mientras en muchos lugares haya gente recibiendo
medallas con tu nombre, tú y yo estaremos bañándonos en el
Mayabeque y mirándolas volar….
PD: Cuba nos crece, nos renace, nos enseña…y seguimos juntos a
pesar de los años….Recuerda, la rubia y yo….porque aunque antes
creí que aquella era mi rival, hoy he comprendido que quien debe
cuidarse es ella, porque a mí no te pierdes ni en los humos de la
tarde y ando tras de ti –con todo lo que ello implica- en el
vertical sendero que lleva a la felicidad.
domingo, 8 de diciembre de 2013
A Gabriel, hoy que se nos multiplica....
A Gabriel Gil perseguí telefónicamente un buen tiempo hasta que pudimos concretar el encuentro en su casa, en la calle 72 ó 74... Hasta allí corrí luego de leer que es fue uno de los que tuvo la posibilidad de ser moncadista, expedicionario del Granma, sobrevivir al desembarco y luego continuar la lucha clandestinamente...
Lo recuerdo aquella tarde, sentados ambos en el portal de su casa, y con la pierna sobre el brazo de su sillón de madera.....Y aquello nunca se me olvida porque así mismo se sentaba mi abuelo Ramón.... Allí conversamos sobre el Moncada, sobre Fidel, sobre Juan Domínguez Díaz, aquel otro moncadista de la zona de Lawton y que él conoció. También recordamos a Pichirilo, timonel del Granma, y sus otras "aventuras, venturas y desventuras" como sobreviviente de Alegría de Pío, en las montañas y luego en la ciudad. Aquel día salí de su casa con más historias de las quepensé hallar....Sus palabras guardadas -y que aún conservo-, sin dudas tendré que reproducirlas algún día, porque Gabriel fue de esas personas que, como mi abuelo Ramón, se sentaba con la pierna sobre el sillón, y con esa misma naturalidad hablaba de lo bello y lo difícil, de lo hermoso y amargo; y con velocidad insospechada se ponía de pie para salir hasta donde fuese preciso, con armas, con palabras, o como portador del ejemplo de aquella generación que dio luz a Martí en su centenario....
Hoy mis palabras lo recuerdan bien, como se debe recordar a un familiar, a una persona cercana, capaz de compartir con una extraña y desconocida periodista como si le hubiese hablado a una hija, o una nieta...
Mi abrazo para Gabriel hoy, cuando se nos multiplica...
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