domingo, 8 de noviembre de 2020

Un mar a Bolivia...

Lucho Arce en su toma de posesión ha dicho este 8 de noviembre: "Bolivia inicia un nuevo tiempo".
 
Y sí.

Ha pasado un año desde aquellos días horribles en los que un golpe de Estado arrebató el triunfo al pueblo que había reelegido a su líder Evo Morales.  Las palabras del entonces vicepresidente Álvaro García Linera -cuando fueron traicionados por las Fuerzas Armadas-:" volveremos y seremos millones", hoy son feliz realidad bendecida desde Tiwanaku y La Higuera.
A mi mente, las imágenes de Evo y Linera maltratados por extremistas del golpe , salvados por los sus fieles, la llegada a México, la lucha de los alteños que fueron masacrados luego por exigir el regreso de la democracia...imágenes horribles de muerte, imágenes fascistas de policías quemando wipala, y de aquellos que gritaron que ahora sí la Biblia entraba al Palacio del Pueblo, en franco desconocimiento y rechazo criminal a las culturas originarias de esa nación, que se habían reivindicado con el Estado Plurinacional; médicos cubanos regresando, ante el peligro para su seguridad, denuncias al mundo; la OEA gestando el golpe y apoyando masacres con sus viejos y mugrosos argumentos; una usurpadora emergente e impopular a la que fue colocada la banda presidencial arrebatada al pueblo y que en lo adelante se propuso retroceder en el tiempo cada logro del gobierno de Evo, vendiendo recursos, vidas y principios...abandonando el ALBA..... Postergó elecciones, pero el pueblo tiene siempre la última palabra.
Y habló. A su ritmo, con su manera, y venció.
 Hoy ha escrito Evo -que este 9 de noviembre regresa a su patria- en su cuenta de twitter : 
"Muchas felicidades a nuestros presidente 
@LuchoXBoliviay vicepresidente @LaramaDavid
. Junto al pueblo, cuidaremos al gobierno, a nuestro proceso de cambio, trabajaremos por la unidad y saldremos de la crisis económica por el bien de próximas generaciones. ¡Jallalla #Bolivia!"

Y así será. 
Recuerdo que hace un año, consternada, colgué en mi ventana una wipala que me obsequiaran unos colegas de Abya Yala, de visita en Cuba.  Estuvo meses allí, esperando por los bolivianos y el regreso  del Evo. Solo el mal tiempo obligaba a guardarla en casa. Otros meses después, tenía la certeza de que volvería a ondear feliz. Y hoy regresa. 
Hay que confiar en el pueblo. Así nos enseñó Fidel.
Hoy la alegría es inmensa.  Urge reconstruir, renacer a este continente que sigue luchando, venciendo, cayéndose... y levantándose.
 "Si pudiera hacerlo, Cuba regalaría un mar a Bolivia", dijo Fidel en 1993 cuando fue declarado Hijo Ilustre de La Paz, refiriéndose a la necesidad de ese país por su salida al mar desde el corazón de Suramérica... 
Si Cuba pudiera... pero gracias a la visión de Fidel, durante los años de alba y unión latinoamericana, hasta la tierra boliviana han llegado muchos otros mares de luz, de letras y esencias ... llenos de amor.
Por eso el pueblo boliviano recibe hoy otro mar -de abrazos- desde el país caribeño que ha compartido sus logros, sus angustias y hoy celebra su alegría.




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