miércoles, 5 de agosto de 2015

Mí misma...

Amanecer un miércoles, el día que ha sido llamado como el "atravesado" de la semana, en medio de una discusión filosófica con un amigo de estrella en pecho, no podía perderse en el viento. Tenía que dejar constancia y compartirlo, sobre todo para que él se convenza de que será imposible convencerme...
No creo que el mundo esté tan proporcionado ni que todo yin tenga su yang, aunque es tan legítimo intentarlo... No creo en el fatalismo de creer que mi vida no me pertenece, sino al libro que "algo" que me sobrepasa ya escribió.
No, no comparto la idea de que todo venga ya con su sello, con su fecha de caducidad... Es como atarme de manos, quitarme la convicción, decirme que haga lo que haga será por gusto, porque ya todo tiene su fecha en el almanaque. Sería como quitarme la razón por la cual levantarme, pensando que este día puede ser mejor gracias a mi esfuerzo, que puedo volver a enamorarme porque estoy viva  y la vida depende de mí y las circusntancias, que mi hijo será bueno porque me esforzaré para ello... 
Ahora mismo me hallo negando eso de que "la yerba que está pa ti no hay chivo que se la coma", porque si algo he aprendido es hacerme el camino. Sobre todo por los errores, de los que he sacado la experiencia para errar menos o diferente... No podría renunciar nunca a lo delicioso del error, a valorar la experiencia, ni dejaría de luchar por algo -sea personal o colectivo- pensando que será como debe ser, y "echar"  barriga en casa esperando que de la nada aparezca el gran artículo, el carro azul con príncipe, y las buenas notas de Felipe.
Creo que hay fuerzas naturales que sí me sobrepasan,  pero lo humano está en sortearlas... esa es la vida. Interactuar, chocar, crecer, reír, confiar en las personas,tener espacios bohemios y de relajito, andar a mil por cada pasillo y bañarse en la playa tomando cerveza, bailar, correr o elegir la lucha por los brazos del próximo apretón.
Soy yo quien decide cuándo regalo una jarra, cuándo canto y, si lloro, al menos escojo el sitio para hacerlo. No creo que mi vida esté escrita ni que nadie la conozca mejor que yo, porque dejaría de ser mía y yo dejaría de ser parte del tumulto de corazones que tiene esperanzas y sueños.
Creo que si fuera por azar o por fatalismo, no tendría gracia el esfuerzo ni el amor...
No te habría conocido, muchacho de estrella en pecho, y no fuera yo misma creyendo en mí misma para lograrlo todo.




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