Esperaba encontrármelo así, como mismo se sentaba mi abuelo... y hasta en un sillón verde, con el tabaco pa arriba... Pero por esa prisa con la que vivimos a veces sin excusa, nunca fui... Dejé coordinaciones hechas, un colega lo olvidó, y yo me quedé en "la semana que viene sí voy..."
Así fue cómo me perdí la posibilidad de conocer al Premier; de darle un beso al Guajiro de Laberinto; y de tener la sensación de abrazar otra vez a papi...
Por ese mismo cargo de conciencia ayer no pude escribir ni leer nada sobre él....... Por esas cosas de la vida es que siempre le doy besos a las personas que quiero cuando me despido y por eso no puedo dejar de visitar a los buenos amigos.... La prisa lleva maravilla...y lleva error....y, definitivamente, hay que bajarse a ratos de la rueda encabritada.....
Marrero, un beso a usted.
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