Hoy, ante tanta emoción, solo tengo "nanopalabras".....tan minúsculas para significar que me ponen dudosa si escribir....pero también sé que no por pequeñas, son menos importantes.. Y como aprendí de un maestro que hay que decir lo de uno estilo Silvio "a tiempo y sonriente", pues lo digo: Llegó feliz y acaba de sellarse una nueva victoria. Y no son palabras trilladas sobre lo acontecido en Trillo. Son la verdad. Su presencia dio más impulso, con la certeza de que la calle es y será de los que defendamos la independencia y la belleza de un país con corazones en tángana eterna.
En los momentos más duros, nos acompaña la Historia: hace 4 años, un 29 de noviembre, la Plaza de la Revolución escuchó gritar en una multitud por vez primera: Yo soy Fidel. Hoy, en el corazón de la capital, se honró esa esencia....
La bandera cubanísima estaba allí...en cada joven, esquina, junto a la del 26 y en su ropa de atleta. Y recordé a Bonifacio Byrne, quien hace mucho tiempo escribió que en ella resplandece una estrella con más luz cuanto más solitaria....y que la defenderemos hasta después de la vida.
Lo estaba esperando. Sabía que el sabía que tenía que estar y no iba a faltar....porque esta es una Revolución con juventud, con poesía y con amor; y desde ella -nunca en contra- saldrán las mejores y más soberanas decisiones.
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