martes, 20 de agosto de 2013

Nostalgias por un flaco....


Quisiera cerrar los ojos y siempre tener su imagen. Sobre todo ahora que las ganas de verlo son muchas y que él ya se acostumbró a no tenerme a su lado. El principio siempre es el principio, y maravilloso dibuja un futuro que a veces no llega a ser. Sí, voy a intentarlo. Me ha dicho que tiene una actividad. Los crespitos del pelo le quedan ahora preciosos. Siempre le han quedado bien, pero hoy son perfectos para su disfraz. Tiene casi dos metros de altura y el traje de colorines rojiverdes le queda un poco corto. Que le ha costado mucho trabajo conseguirlo y ese mismo será. Ya queda poco tiempo. El gorro se lo prestó un vecinito, de su último cumpleaños. Los zapatos son sus tenis negros………….. Lleva media libra de pintura, de las que tiene su mamá, y sus amigas de la escuela se las han esparcido por toda la cara. La boca solo ha sido agrandada un poco….no necesita más. La nariz de porroncito ahora respira bajo una bola roja que se amarra a su cabeza con casi medio metro de hilo. Y sus ojos…los ojitos de flaco soñador, están bien dibujados para opacar su perenne expresión etérea, y pegar con  colores la mirada clásica de la comedia. Agarra su guitarra y se apresta a salir al escenario improvisado. Una bandera, un Martí y los pocos niños de la escuelita rural lo esperan para celebrar una fecha linda de la patria. Y comienza a cantar, y a declamar, y los niños le siguen en cada una de sus ocurrencias. Parece un payaso de verdad; de los que con gracia llevan a la alegría, producen sonrisas y carcajadas sinceras…Su voz se alza y se baja, se traba a veces, pero se recupera en un tono mejor. Las venas del cuello también participan en la actividad, y asoman a cada impulso. Qué bien, qué lindo… El día amaneció precioso y no hace tanto calor -por suerte-. Palmadas y aplausos. La función ha acabado. El sudor ha borrado parte de sus ojos pícaros, y la mirada en alas regresa a los ojitos soñadores del flaco. Vuelve otra vez a ser él…o una parte de él.  Guarda su disfraz en una mochila que ha escalado varias lomas…pero no guarda su magia…esa se la lleva con él….por si le hace falta para seducir a cualquier insecto que se rehúse a ser fotografiado por su vista. Está lleno de satisfacción pues ha logrado una linda actividad para los niños de su escuela. Ser Instructor de Arte, aunque eso no sea lo que quiere él hacer para siempre, le da la posibilidad de acariciar cabecitas y educar manos en claves melódicas. Quienes lo vieron lo felicitan. Se siente feliz. Con certeza saldrá a ensayar y a escribir, o a hacer cualquier otra cosa de las que usualmente hace. Tropezará una y otra vez con el mismo camino, y como todo buen filósofo que conserva su capacidad de asombro, descubrirá en él nuevas piedras, o baches, o florecitas que nacen por obra de la naturaleza. La novia de ayer, hoy amiga, y mañana quién sabe, lo saludará… Su mamá lo esperará para darle un beso y decirle que es el cabezón más lindo del mundo, o bien para recordarle que es un "vómito", por no querer ayudar en algo. Seguirá como bicho raro en su área local, y a más de una miqui seducirá su guitarra raspada en medio del parque. Los crespitos seguirán dejándose llevar por el aire, y jugando al remolino entre el churre, la caspa y la crema de avena que sustituye al escaso gel.... Él sigue caminando. Y en la noche hablará por teléfono, y contará cómo le fue, y que extrañó mucho una presencia, y que necesita mucho una voz y unas carcajadas nasales. Y entonces esa misma fuerza que viaja por cable y luego le inunda el entorno, le da ánimos y se acuesta feliz…….aunque solo.
Cualquiera diría que esto en verdad sucedió, o sucede Y créame que es muy probable que así haya sido, y que sea... Así puede ser cualquiera de sus días. Yo estaba desde un otro lado cercalejos y fue tanto lo que me perdí, que hoy me he puesto a imaginar las ternuras que le brotan al flaco, para no sentir que auqella distancia nos aplastó; para no sentirme fuera de juego, para no sentir que fui presa de una ciudad a la que muchos aspiran, para no olvidar que también le fui importante –aunque estaba lejos- ; para no sentirme libre de locuras  y no dormirme más en un tiempo sin vida, y volver este soliloquio de ternuras y distancias en una ola que se va, en espera de otra más húmeda que me moje los pies.......

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